Cuando un niño pequeño se queda encerrado, el instinto natural es actuar rápido, pero es importante priorizar su bienestar emocional. Una situación como esta puede quedarse en una simple anécdota o convertirse en un trauma, dependiendo de cómo se gestione.
Nuestra recomendación es intentar resolver la situación con la mayor calma posible. Solucionar el problema de forma profesional, sin ruidos o golpes, evitarán una mala experiencia. Llámanos y te asesoramos sin compromiso:

1. Mantén la calma y tranquiliza al menor
Tu tranquilidad será clave para que tu hijo no se asuste. Habla con él en un tono calmado y, si es posible, conviértelo en un momento menos tenso. El niño percibirá la situación en función de cómo reacciones, así que es primordial que estés lo más calmado posible:
Dale charla: Si aún está tranquilo, puedes intentar tener una conversación como si no hubiese problema alguno. Pídele que te cuente algo mientras esperáis al cerrajero, por ejemplo.
Hazlo un juego: Pregúntale si le ocurre alguna idea para poder abrir o envíale notas divertidas por debajo de la puerta.
Recuérdale que estás cerca: Explícale que estás trabajando en la solución y que todo estará bien. No hay de qué preocuparse.
2. Evita soluciones que le asusten más
Forzar o incluso intentar romper la puerta o la cerradura puede ser peligroso, además de generar aún más problemas:
Ruido y pánico: Dar golpes muy posiblemente asuste aún más a tu hijo.
Riesgo de lesiones: Si la puerta se abre bruscamente, podría golpear al menor que esté cerca. En lugar de eso, enfócate en métodos seguros.
Somos expertos en abrir puertas cuidadosamente. Llama o escríbenos y te lo explicamos.
3. Prueba estas soluciones simples y silenciosas
Si es seguro hacerlo, intenta estas opciones, siempre manteniendo la calma:
Tarjeta de crédito: Inserta una tarjeta de plástico rígida entre el marco y el pestillo. Presiona suavemente hacia adentro mientras giras el pomo.
Destornillador: Para cerraduras simples, usa un destornillador para girar el pestillo o desmontar la cerradura.
Estas opciones suelen funcionar para puertas interiores con cerraduras básicas y son ideales para evitar daños y golpes que puedan asustar más aún a tu peque.
4. Llama a un cerrajero profesional
Si no logras abrir la puerta, no insistas y llama a un experto. En Cerrajeros Gascó, actuamos con rapidez y mucho cuidado, asegurándonos de resolver la situación de forma que no genere más estrés o sustos al menor.
¡Contáctanos por WhatsApp o al 650343930 y te asesoramos sin compromiso!
5. Medidas preventivas para el futuro
Evita que esto vuelva a ocurrir con algunos pasos sencillos:
Instala pestillos o cerraduras aptas para niños.
Asegúrate de que las llaves estén fuera de su alcance.
Usa puertas sin pestillos en habitaciones infantiles.
Acostumbra a los peques a no cerrar la puerta del todo.
Asegúrate de mantener tus puertas y cerraduras en buen estado.
En situaciones como estas, tu tranquilidad y, sobretodo, la de tu hijo/hija son la prioridad. En Cerrajeros Gascó, somos expertos en aperturas rápidas, sin dañar puertas ni cerraduras. ¡Contáctanos por WhatsApp o en el 650343930 y haz que esto quede en una simple anécdota!
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